sábado, 28 de marzo de 2009

Txarly: el enfant terrible de cartónpiedra de Filmaffinity.


Ay, Txarly... que si en un principio fuiste mi referente, hoy no te veo más importante que el orinal que guardo para que jiñe de gusto mi ahijado cuando viene de visita...

Parece mentira que te tuviese en tan alta estima, cuando solo te vi una vez y creí que mi ojo clinico no fallaba y eras un fuera de serie... pero lo mismo pensé en su momento del video beta y me compré uno. El resultado es el mismo: mucha expectativa, muchas esperanzas, pero la misma mierda se mire como se mire.


Cuando recibí tu correo en FA, no me podia creer a que nivel tan bajo habia llegado tu estupidez. ¿Insultar a mi pareja con tanto racismo de por medio? ¿reirte de mi situación laboral? ¿para eso sirve hablarte francamente? Triste, muy triste lo tuyo. A tu edad, que ya es de señor mayor - no vayas a creer que eres un chaval pese a que te comportes como uno de ellos-, deberias tener un minimo de estilo y savoir faire. Insultar a la parienta, que ni ha entrado ni entrará nunca en el foro de Filmaffinity ni en Filmaffinity mismo, demuestra que eres como un colegio en Agosto: no tienes clase. Ninguna.


Lamentablemente, creo que te respondí rebajándome a tu nivel y recordándote que tu presumes mucho de periodista y no dejas de ser más que un comercial, un vendedor de esos que en estos últimos decenios han sucedido al charlatán que vendía pociones contra la calvicie en las ferias de pueblo. Desde aqui te pido disculpas, porque si ya ha de ser duro ver que tu diplomatura solo sirve para tapar manchas de humedad en la pared, y actualmente has de ir de aqui para allá intentando ganarte los duros rogando y peloteando, puede que aún te joda más saber que a los demás no les ha pasado por alto que nunca has llegado a ser quien pretendias.


Imagino que el descubrimiento de internet para alguien a quien le tuve que enseñar cómo se copia un texto, se corta y se pega, pueda haber sido la panacea a todos tus males, y confiases en que crear un personaje casi original te haria obtener la popularidad que tantas veces te fué esquiva, como tú mismo crees que te se te debe por artículo ventisiete-barra seis. Todo el mundo tiene derecho a sentirse feliz, aunque sea desde el más absoluto fracaso, y ahora creo que fui muy duro contigo. Y me duele, no te creas.


Me duele haber pensado que eras el personaje del que hacias gala; me duele haberte defendido tantas veces, ante tanta y tanta gente a la que has despreciado e insultado; me duele haber creido que tus rollos (que cuando te pones a explicar tu vida eres pesadísimo, coño) tenian algo de cierto, y más que nada me duele haber confiado en ti.


Adjunto el penoso correo que me enviaste, en una captura de pantalla para que tus adláteres tengan que dudar cinco segundos antes de decir que es trola: pero nada de lo que diga o ponga aqui cambiará un átomo lo que en realidad me has resultado ser. Un bluff, una decepción, un payaso, y una caricatura de ti mismo. Tus criticas cada dia son más lamentables, como corresponde al mismo tolay que se arrastra para recibir un aplauso, por pelota que sea, o una palmadita virtual en el hombro de ánimo, por seguir siendo el hazmerreir de quienes sienten puro asco por tus formas, pero no te lo dicen porque se divierten viéndote insultar a los demás, y ejercitando una prepotencia que ni siquiera tiene razón de ser.


En tiempos, eras un critico sin precio, alguien a quien daba ganas de conocer. Hoy eres una copia barata de ti mismo, y cuando leas esto correrás a escribir alguna gilipollez en el foro, para que sepan que no te inmuta. Pero la gente no es tonta, y lo verá como lo que es: el lamento tragicómico de una putilla a la que el maromo le ha dado puerta después de zurrarla a gusto.

No te arrastres más, y no me busques las vueltas. Para mi ya solo eres un error, y si tu no sabes rectificarlo, no pretendas que me sienta responsable de tu estupidez. No me fui del foro por verte degenerar dia a dia, ni linea a linea. Ni me baneaste tú. Acostúmbrate a no ser para nada el protagonista, porque eso es lo que habrás de vivir hasta el final de tus dias.



Bonito video dedicado especialmente a Txarly y, en la medida que le toque a cada uno, al foro que surgió de Filmaffinity.

viernes, 27 de marzo de 2009

Epílogo a las crónicas del Foro que surgió de Filmaffinity, o como las ladillas se aferran a los huevos para seguir picando.




Talamasca, en un ejercicio de lamehuevismo ejemplar, publica en la entrada del foro "amonestaciones y baneos" que fuí baneado por reiterados insultos. Las ganas que me tenia el desgraciado, sumadas al interés por estar a bien con sus amos, le hacen quedar como el imbécil que es. Rectifica bajo presión, que eso es lo que le mola al mindundis con pintas de dependiente de badulaque, pero en el chat aún habrá de balbucear alguna que otra gilipollez.

El chat es obra de Grandine, pero lo utilizan casi todos los usuarios. Yo nunca he sido adiduo a él, pero cuando quedaban apenas un par de horas para registrarlo y que no se perdiese en el olvido, puse el pequeño grano de arena que permitió que los actuales beneficiarios de ello lo continúen utilizando, aunque ignoren este pequeño capitulo ya sea por no saber o por no querer reconocer.

El caso es que tras mi baneo voluntario entré en el chat y pude decirle al enano mental lo que opinaba de su triste actuación. El descerebrado hizo lo suyo, que es llamar a sus dueños, y todo acabó en una buena disputa entre el vasco presuntamente genial venido a menos, y el que ésto firma. Las intervenciones de la niñata que le come el nardo tan solo sirvieron para lo que se buscaba, que era azuzar la brasa, asi que las obvío.

El Txarly, un autoproclamado genio, está enfadado porque me he metido con la niña que le lame el calostro, pero olvida que yo ya tenia contacto con la hija del coronel antes de que él dejase de hacerse pajas pensando en chiquillas sin culo ni tetas y comenzase a darles por donde se merecen. Poco después fué baneado del foro, pero dando ejemplo de su fuerza, su carácter, y esos cojones de los que tanto hace gala, consiguió que se le levantase el baneo a fuerza de lloros, lamentos, rogativas, y promesas, que tal vez fueron algo como "La pasión de Cristo según Mel Gibson", con tantas lágrimas y rasgaduras de camisa, pero sin subtítulos en sus sollozos vascos.

Lamentable lo del protohombre que comenzó siendo un referente, y ahora no es más que un bufón. Pero para él, y sin que lo merezca realmente pero por darle un gustazo a todos los que lo detestan (que son centenas), la próxima entrada de este blog estará dedicada entera y absolutamente a él. Hasta entonces, se le deja en un rincón, y que se enjugue los mocos de tanta lloriquera por haber sido expulsado de "su fooooro" (pronúnciese como un Gollum que en lugar de clamar por un anillo que lo vuelve invisible, gimotea como una nenaza por un foro que lo hace visible).

Regresando al tema, en los últimos tiempos el foro ya ha dado los últimos coletazos vergonzosos: en una demostración espectacular de subnormalidad, la plebe eligió de moderadora a la misma tia que quiso borrar el foro del mapa, los pocacosas como el Sinescrúpulos ya se atreven a lo que antes no osaban, que es mentarme en plan guasa (un año esperando, que si no te daba pal pelo... triste es lo tuyo, pero lo entiendo, que dificil ha de ser vivir sin huevos), y las colaboraciones se resumen en las gilipolleces de siempre, pero cada vez con menos adeptos, que ya se les vió el plumero hace años y la gente anda por cualquier cosa más interesante que no participar en un foro que se fagocitó a si mismo ya hace mucho, y que de utilidad no tiene absolutamente ninguna.

Brevemente, asi es la crónica del foro que surgió de Filmaffinity, y quien se sienta ofendido que se joda (ya sea por los comentarios vertidos aqui, como por no haberle mencionado). De todo lo aqui expuesto hay pruebas (logs de messenger, de privados del chat, y capturas de pantalla para segun que casos de coacción), y si en un principio pensé en dejar estos textos un tiempo y luego borrarlos, como suelo hacer, esta vez su duración será perenne por cuestiones que en su momento serán desveladas -si se llega al caso- o que permanecerán guardadas si ciertas partes mantiene las formas de no inmiscuirse en lo que cada cual publique en su blog.

El Foro que surgió de Filmaffinity: si hasta el creador y dueño pasa de él, poco queda que añadir, pero aún asi he querido dejar estas líneas para aviso a navegantes que puedan acabar entre sus tristes, penosas, patéticas, y vergonzosas entradas.
A los que de alli conocí, poco que decirles porque ellos ya lo saben. Unos pocos son amigos... pero a los que me sacan de la foto, o que según el pakistaní rogaban por mi baneo, que no os penseis que me engañasteis, que veía vuestra falsedad desde una hora lejos. Ya soy mayor para tanta gilipollez, y para tanto gilipollas.

Por cierto: que viendo los comentarios subormales que aqui se hacian, deshabilité la opción de responder. Para decirme "marica" tan solo, u otras imbecilidades tan poco útiles, dejo a quien quiera comunicarse conmigo los caminos habituales para ello. Véase el buzón de Filmaffinity o el messenger, que pa eso está.

El Foro que surgió de Filmaffinity, o el largo adiós.




Establecidas ya las bases de que hay un grupo que corta el bacalao (o lo lame, según se mire) y otro que está de mera comparsa y para hacer bulto, que de alguien hay que cachondearse, aparecen dos hermanos que, en principio, asemejan un solo tio con un grave transtorno bipolar.
Vienen a ser como el doctor Jeckyll y Mr. Hyde, pero sin el cómo, y darán mucho juego.

Los enteradillos prepotentes comienzan a buscar entre las criticas de Filmaffinity a los usuarios más estrambóticos y a cachondearse de ellos. Mi idea de un foro de FA en el que la gente hablase sobre el tema, llámese cine o la propia página web, se desvanece entre sacar las mierdas ajenas, y el peloteo más gratuito y asombroso: las palabras "crack", "maestro", "genio", y otras majaderías hipócritas similares, son moneda de cambio habitual entre los listillos que pueblan el foro. Con la cantidad de genios que ahi habitan, vistos los elogios amiguistas que se reparten, llega a extrañarme que el foro no se rebautize utilizando el nombre de la NASA o la Academia Nobel. Los moderadores se van sucediendo en cascada, que no les tienen el mínimo respeto y se suelen llevar todas las ostias, y un servidor ya está hasta los cojones y más allá.

El tagboard, que como su nombre anglosajón ya indica es el libro de firmas (para que los no usuarios del foro puedan dejar su opinión sobre él), se cierra a colaboraciones ajenas, porque entre chateos subnormales de foreros hay gentes que solo redactaban insultos. Un porcentaje altísimo me era dedicado personalmente y me la sudaba cosa mala, pero que yo me queje a los moderadores del cierre poco importa: se han metido con Neathara y eso es algo que a la hija del coronel le molesta (al margen de lo acontecido, supongo que este dato parental debe ser motivo de tremendas erecciones antes de la sodomia para el vasco prepotente). Aunque la labor de la moderación ya hace mucho que dejó de serlo, que Txarly lleva desde el principio de los tiempos insultando y amenazando a quien le sale de los cojones, y nunca ha sido baneado. Otros no corrieron tal suerte, pero ya sabemos que el del norte es un tipo durísimo, y no le importaria en absoluto que lo baneasen: él no lloraría a moco tendido por semejante afrenta, ni se arrodillaria pidiendo clemencia. El baneo le resbala... juas, juas, y rejuas.

Hasta la polla del asunto, intento desvincularme (mandar a tomar por culo) al foro, pero no me lo permite la propia configuración del invento. Le envio un correo al administrador, pero no hay respuesta, y pruebo la solución final: un post incendiario en el que exijo mi baneo, y que parece dar resultado por fin. Pero no ha de ser completamente asi, que el Txarly de los cojones recibe poco oxígeno en el cerebro de tanto toser pelos de coño, y aún ha de continuar dando por el culo.
A la fiesta se le une Talamasca, que debe haber decidido que si no lame almeja bien igual debe ser chupar escrotos. Pero esto ya queda para el epílogo, que ni el tema me parece ya interesante, ni tengo ganas de continuar perdiendo mucho tiempo en gentes que tan poco se merecen.

jueves, 19 de febrero de 2009

El foro que surgió de Filmaffinity, o cuando se pierden el norte y la verguenza (fase 2)

Las ostias y los insultos se multiplican en "el foro que surgió de Filmaffinity", y el dueño de la cuenta comienza a pensarse si no mandar todo al carajo, y que toda esa colla de impresentables se vayan a dar por culo a su puta madre. Mientras tanto, Aeris es coronada como genio y gran escritora, y la gente le lame el culo y la goma de las bragas, descubriendo el punto flaco primordial del "foro que surgio bla, bla, bla": si aparece una tia que sea demostrable que lo es, y encima tiene el minimo talento como para deletrear su nombre, tiene el cielo asegurado y una sorbida de raja prometida. Neathara toma notas, se va riendo, y pasándose un dedo sutilmente por la llaga, comienza a hacer cálculos.

Aparecen foros paralelos, tanto del "foro que surgio..." como se reproducen páginas copionas de Filmaffinity. Alpacine es defenestrado por el propio Kurt en duelo directo, muy seguido por entusiastas lameculos, y las opciones del "foro que surgio..." resultan no ser más que un delirio de un grupo de usuarios que suelen escribir con la única premisa de conquistar el mundo a base de aburrirlo de tal manera, que los habitantes antes quieran suicidarse que seguir leyendo tanta endecha melancólica, triste, y sobre todo aburrida. Los plastas quieren asaltar el poder, y sus armas son el fusilamiento masivo.

Taylor, en un asombroso ejercicio de estupidez, le confiesa a Txarly que es uno de los fusiladores habituales de Kingo (si, ese soy yo), y le dá, ademas, la lista del resto de amiguetes que conforman el sexteto que desde ese momento y hasta nuestros dias, ha de bombardear las criticas del que esto firma sin leerlas, y demostrando envidias, falta de talento, y una rastreria casi sin precedentes, además de un desparpajo alucinante en su imbecilidad y fanfarroneria. El tal Sines Crupulos de los cojones está en la lista, y ya brinda maneras de saber metérsela doblada a los demás. Un mal bicho, que triunfará seguro, porque la fauna y flora del "foro que surgió..." demuestra dia a dia ser aún mas subnormal de lo que parecia.


Txarly comienza su época de "yo cambio de idea más a menudo que de gayumbos", y un dia protege a Happy o a Taylor con celo maternal, y otro ofrece los logs del messenger de cualquiera de ellos para "hundirlos en la miseria, que es lo que se merecen", en una linea de incoherencia y subnormalidad, que más tarde tendria su colofón en una entrega de lengua lamedora de potorros... que no será desvelada aqui, sino cuando llegue el momento. Estamos en la fase dos del "foro que surgió de mis...", y solo se ha de relatar lo que en realidad sucedio.

Aeris comenzaba el declive, que no era más que una calientapollas con aires de grandeza. Su increible multitud de seguidores le da la espalda, y su mejor amiga, Neathara, comienza a ser la prima donna, a base de contactar via teléfonica con usuarios, entre los que me cuento yo, y a los que les convence de ser tan imbécil como su vocecilla de Verónica Forqué tras una sodomia salvaje consigue, pero siendo en el fondo una Lady McBeth con el coño hospitalario para llegar a su fin, y una manera de mentir verdaderamente currada.

Este mal bicho llegará lejos, igual que se dijo de Sines, y entre medio han de caer o el Kingo o el Txarly. El primero es demasiado cabron pagado de si mismo como para colársela en el culo... pero el segundo es un perdonavidas barato que costará poco de tenerlo de rodillas lamiendo potorro. Es el ideal: dolido de su pasado, con ganas de que alguien le tenga en estima, creido de tener un gran talento poco apreciado. La gallina de los huevos de oro, que se cree gallo y que tiene huevos. La herramienta perfecta para dar por saco a quien haga falta, que el muy imbecil no es mas que un perro de presa buscando un collar, y veremos si no es capaz de traicionar a sus propios amigos, en busca de la fama efimera que le ofrecen en el internet que tanto le ha costado dominar, que en su momento no sabia ni copiar una linea siquiera.

La suerte se estaba echando, y quien se daba cuenta de ello no era ni siquiera oido, y los nuevos que entraban en "el foro que surgió de una vomitada mala de Filmaffinity" eran más bien penosos, entre el ganado de crios que se creen sabios sin saber hacerse una paja con menos de cinco dedos, y una legiñon de pelotilleros y tronaos cuyo cúlmen vergonzoso era un tal Talamasca, que en una peli porno seria el que dá café al garañón que se le folla a la mujer en sus barbas.

El foro que surgió de Filmaffinity, o cuando la mierda rebosa (fase 1).

El foro que surgio de Filmaffinity se suponia que era el resultado de las sesiones múltiples via messenger, que se daban entre usuarios de la página de cine. La evolución natural.
Pero ya desde el principio la idea tenía tufillo a caca, cuando gentes como Tomine decidian quien debia o no participar en esas sesiones, no fuesen gentes a las que su ego agigantado supusiese como enemigas. Y el resto, a cumplir con los deseos del endiosado. Fué el primer precedente, y el que sentaria las bases del foro de los cojones.

Cuando por fin se creó el foro, el primer dato ya era desalentador: Txarly fué el primero en solicitarlo en sus criticas en FA, pero un servidor fué el primer discipulo, el que secundó en primer lugar la magna idea. Pero como suele pasar, la realidad se pasó la historia bíblica por los cojones, y la creación se hizo de tapadillo por gentes que se habian apuntado a la idea a remolque, pero que para el resto de la fauna y flora serian los creadores y los artifices. Comenzaba el reino de la embuste que se genera desde el foro de mierda.

Los primeros pasos de el foro que surgió de Filmaffinity, fueron todo lo renqueantes que se esperaba: cada cual tenia su rol estipulado de antemano, y debia seguirlo hasta el final. Asi, Txarly era más chulo que un ocho, Grandine un friki tan torpe como bonachón, un servidor era el tronao al que nada debe decírsele que si no se abre la caja de los truenos, y asi etc, y etc. Los piques y dimes y diretes se reprodujeron cada dia, y cada vez las palabras volaban más sueltas y sin control.

Asi, con las incorporaciones de gentuza que tan solo pretendia porculear, y tener sus cinco minutos de fama y gloria, aunque fuese a costa de la decencia, el buen gusto, y la seguridad que por estar lejos no les iban a separar de sus dientes, se llegó a la fase dos del "foro que surgió de Filmaffinity", o como hacer que una idea en principio excelente se convierta en una puta mierda.

viernes, 25 de julio de 2008

Recetas de cocina



Es un poco trabajoso, pero el esfuerzo merece la pena.

Primero, acondicionaremos la cocina unos dias antes: es decir, nos abstendremos de limpiarla hasta que del extractor cuelgue grasa. Sólo estará a punto cuando el chorrete nos recuerde la papada de un pavo.

Pondremos al fuego bien fuerte una sarten repleta de aceite de girasol (si es el sobrante de alguna fritanga de pescado, mejor), y nos esperaremos hasta que humee. En ese momento echaremos las empanadillas, croquetas o cualquier otro congelado, a ser posible de marcas genéricas o de esos que se nos quedan sueltos entre el hielo del congelador.

Tras esperar diez minutos, retiraremos de la sarten los restos carbonizados de los congelados, que -de haber seguido estas instrucciones- estaran negros por fuera, pero aún con hielo por dentro.

Los presentaremos en plato de plastico o cartón (el envase del propio congelado, abierto con el canto de la mano es ideal), y acompañados con los restos reblandecidos de alguna bolsa de ganchitos o similar que nos sobrase del partido del domingo.

Y ¡Voilâ! : con un buen culillo de vino de brick, o un vaso de agua del grifo, será el manjar ideal para agasajar al cuñado gorrón, al vecino plasta, o a la suegra impertinente!

¡Bon apetit!

lunes, 7 de julio de 2008

Fábula del lobo arrepentido.






Se cuenta que, hace muchos años, hubo una manada de lobos que asolaba la región y que todas las mañanas algún pastor, con los ojos arrasados por la ira y las lágrimas, clamaba al cielo al descubrir su rebaño atacado y muerto.
Una odiosa bestia era el jefe indiscutible del clan, y tras cada noche de sangre y muerte, solía reunir a sus compañeros de matanza para decirles, con una voz profunda y ronca que a todos atemorizaba:

-Nunca hemos de dejar ni una oveja viva, la comamos o no: si respetásemos alguna, creerían que somos débiles como ellas. Y creedme que si ellas pudiesen, seguro que seríamos nosotros las víctimas.

Y tras cada uno de sus terribles discursos, el resto de la manada rompía en aullidos de delirante alegría, las fauces abiertas en risas dementes, los afilados colmillos aún goteando sangre.
Pero, entre todos los lobos, había uno que nunca reía. Uno que, envuelto en aullidos regocijados por la carnicería, dejaba escapar un triste llanto apenado por haber participado en causar tanto daño.
Era un lobo aún muy joven, de aspecto débil y sin la fiera belleza de los lobos, que desagradaba al resto de la manada por tener la mirada triste y melancólica, y no torva y siniestra como ellos; que era despreciado por todos por haber comentado, en más de una ocasión, que un verdadero lobo sólo puede decir que es fuerte si utiliza su fuerza para ayudar a los más débiles, y no para causarles dolor.

Pero aquel amanecer su llanto le traicionó, y toda la manada se giró, ofendida, hacia el único lamento que se oía en el grupo. Callaron de repente todos, con sus miradas inyectadas en odio y los colmillos reluciendo ante el primer sol de la mañana.
Y lo expulsaron de la manada. En inmediato juicio se le condenó a vagar en solitario, y él lo aceptó de buen grado porque no estaba dispuesto a seguir haciendo daño a ningún otro ser, y menos a las pobres ovejas, tan bellas, tan delicadas y desamparadas. No creía que humillarlas fuese la prueba de que el lobo era más fuerte ni mejor que ellas. Estaba convencido de que lobo y oveja podían convivir en paz.
Se alejó llevando la voz de trueno del jefe de la manada aun resonando en sus orejas:

-Vete de nuestro lado y no vuelvas jamás. Para nosotros, dejaste de ser un lobo. Si tanto te importan las ovejas, ve con ellas: pero si a su lado te encontramos, nuestra ira con ellas sufrirás.

Sintiéndose feliz por haber dejado de ser uno más de la manada y dispuesto a empezar una nueva vida, encaminó sus pasos hasta los pastos verdes, donde sabía que llevaban a apacentar a sus ovejas los pastores de la comarca.



Las miró, de lejos y a escondidas, para que no le viesen los hombres, meditando las frases que utilizaría al acercarse a ellas.
Con ternura las observó, deleitándose con su bella inocencia, asombrándose de que aquellos delicados seres de un blanco luminoso diesen tanta sensación de pureza, de candor: lamentando con amargura haberlas hecho daño, tantísimo daño, hasta ese día. Pero todo iba a cambiar, porque él había cambiado.

Estuvo la jornada entera observándolas, pensando muy bien todas y cada una de las palabras que emplearía para decirles que quería ser su amigo, que él las respetaría y las ayudaría. Hasta que, al caer la tarde, los pastores las recogieron y las llevaron al redíl.
El buen lobo las acompañó durante todo el camino, a escondidas, siguiendo un trayecto sinuoso para que los hombres no le descubriesen, entre zarzas y espinos que le arañaban las patas y le laceraban el vientre.
Pero, aun así, llegó antes que ellas y en su furtiva espera dedicó el tiempo a recoger unas flores silvestres que, según pensó, serían un bonito detalle.

Cuando la noche llegó y la oscuridad le ocultaba de cualquier mirada, el lobo se acercó a la puerta del redíl, y la golpeó con su pata. Dentro se oyeron murmullos, ruido de pasos que se apartaban de la puerta, e incluso algún gemido asustado. Más nadie contestó a su llamada.
El lobo volvió a llamar, esta vez dando varios golpes, y por fin una voz le preguntó desde el interior:

-¿Quién llama a nuestra puerta?

-Soy un lobo que quiere ser vuestro amigo -contestó- Ahora abriré la puerta y entraré. No os preocupéis, ni os pongáis nerviosas. Tan solo quiero hablaros.

Adentro tronaron los chillidos de pánico, los cientos de patas que corrían de un lado a otro y el lobo, temeroso, les dijo para tranquilizarlas:

-No hagáis tanto ruido, os lo ruego. No tenéis nada que temer; vengo solo y vosotras sois demasiado numerosas para que un solo lobo pudiese atacaros. Pero no son esas mis intenciones; tranquilizaos, por favor, y permitidme entrar.

De repente se hizo el más absoluto de los silencios, y tras un breve momento en el que se oyeron algunos murmullos, una voz le preguntó:

-¿De verdad no quieres nada más que hablar con nosotras?

-Si, nada más que eso. Tengo algo importante que deciros.-respondió el lobo-




Durante bastante rato se escuchó el rumor de muchas voces, incluso algo que parecían risas, y finalmente la voz que había hablado con el lobo le dijo:

-Te permitiremos entrar porque, aunque no te has dado cuenta, justo al lado de tu hocico hay un agujero por el que una compañera te está vigilando. Vemos que vienes solo, y como aquí habemos más de doscientas ovejas, nos podríamos defender de ti si se te ocurriese atacarnos. Entra, que también tenemos algo que decirte. Pasa, pasa…

El lobo sonrió alegre, abrió la puerta con muchísimo cuidado de no hacer demasiado ruido, y entró. Las ovejas se habían agrupado en torno a la puerta, formando un círculo que se cerró al llegar el visitante al centro del redíl. Una vez allí, el lobo se detuvo, dejó con suavidad las flores en el suelo, se sentó sobre sus patas traseras y con una amplia sonrisa comenzó a hablar:

-Queridas amigas: lamento de verdad que mis hermanos os ataquen. He venido a veros porque quiero ayudaros, y ser vuestro amigo. Yo…

-¡Calla! - le interrumpió la oveja con la que había hablado a través de la puerta, y que estaba justo delante suyo -¡No nos interesa nada de lo que nos quieras contar!

-Pero yo…

-¡Te he dicho que te calles! ¿De verdad creíste que queríamos escucharte, que deseábamos hablar contigo, un lobo de los que ha maltratado, humillado y hecho tantísimo daño a nuestras hermanas?

El pobre lobo comenzó a temblar, confuso. Y entonces se dio cuenta de que todas las ovejas le miraban con los ojos inyectados de odio, con una sonrisa torva, con una expresión de crueldad como sólo la había visto en su manada, en su antiguo jefe.

-Oídme, por favor: solo quiero deciros… acertó a murmurar, antes de volver a ser interrumpido.

-¡Cállate!: ¿Cómo te has atrevido a venir aquí? ¡No nos lo podemos creer! ¡Con la de veces que habíamos soñado podernos vengar de vosotros, los fuertes, los prepotentes, los que desde tiempos inmemoriales nos han producido todo el dolor que han querido! ¡Y ahora tú, tan loco, tan tonto, nos brindas la oportunidad de devolver aunque solo sea un poco de todo ese daño!


-¡Escuchadme, por piedad! ¡Yo sólo quiero ser vuestro amigo! De verdad que me arrepiento mucho de…

No le dio tiempo a decir nada más. Varias ovejas le cocearon el vientre y otras le mordieron las patas mientras muchas le embestían a la cabeza.

Le empezaron a llover golpes y mordiscos desde todas partes. El rebaño entero le atacaba enloquecido una y otra vez, y el dolor se hizo insoportable; no tanto por el brutal ataque, que ya le había arrebatado un colmillo y le hacía sangrar por numerosas heridas, como por el terrible desconsuelo que invadía su corazón.

No se defendió ni devolvió ninguno de los cientos de golpes que recibió. Tan sólo pensó en escapar, en ganar la puerta entre el vendaval de coces, mordiscos y cabezazos que ya le habían roto varias costillas.
Jadeante, a rastras, llegó hasta la salida y entonces vio que estaba todo perdido: por el camino ascendían las luces de las antorchas que traían los pastores, alarmados por el monumental estruendo.

Intentó correr hacia la oscuridad del bosque cercano, hacia su última oportunidad de salvarse, pero dos estampidos que iluminaron la noche, que le llenaron dolorosamente de plomo la cabeza, que hicieron que cayese de costado con la mirada teñida de sangre, se lo impidieron.
Aquellos dos disparos y los insultos y las risas de las ovejas, que en la puerta del redíl miraban la escena, fueron lo último que el pobre lobo escuchó antes de morir en un charco formado por su sangre y sus lágrimas.

A la mañana siguiente su cadáver, a lomos de una mula, era exhibido como un trofeo por los pastores que le dieron muerte. Los aldeanos escupían, insultaban, golpeaban el cuerpo ya deforme, a base de mil vejaciones, del triste ser que no quiso aceptar el papel que le había asignado la naturaleza.
Y mientras, en la aldea vecina, los hombres lloraban, clamaban al cielo y perjuraban impotentes, al descubrir sus rebaños aniquilados esa misma noche por una manada de lobos que había matado, incluso, a las ovejas que no pudo devorar